El Premio Planeta de Novela es un
premio literario que se otorga en España, nacido en 1952 y creado por la mano de José Manuel Lara Hernández. Se
trata del segundo premio más sustancioso económicamente tras el Premio Nobel,
ya que el autor de la novela ganadora recibe la cifra de 601.000 €, y el
finalista se tiene que conformar con la cuarta parte.
El nombre tanto de la novela
ganadora como de la finalista se conocen en el transcurso de una cena literaria
que se celebra anualmente en Barcelona. La cena tiene lugar cada 15 de octubre,
fecha elegida por el creador del premio en honor a su esposa, María Teresa
Bosch, ya que ese día se celebra la onomástica de Santa Teresa. En los últimos
años, filiales de la editorial Planeta han creado premios similares en varios
países del otro lado del Atlántico.
Carmen Posadas, 1998 |
En la lista histórica de los
premiados podemos encontrar escritores de renombre, acompañados por
promesas de la literatura y en algunos casos de desconocidos que desaparecen
del panorama literario en cuanto se entrega el premio del año siguiente. En una
revisión de la lista nos encontramos a autores como Ana María Matute (1954),
Torcuato Luca de Tena (1961), Jorge Semprún (1977), Terenci Moix (1986),
Gonzalo Torrente Ballester (1988) o Eduardo Mendoza (2010).
Miguel Delibes |
Si tenemos en cuenta que el uso
de un seudónimo es habitual a la hora de presentar los más de
cuatrocientos manuscritos que se
presentan al premio habitualmente, y el nombre de los ganadores, entenderemos
cuál es el primer punto de polémica que rodea al premio cada año. No es otro que
la sospecha de ser un premio conocido de antemano y ofrecido a grandes
escritores mucho antes de ser otorgado. En una entrevista que da credibilidad a dichas sospechas, el gran Miguel Delibes
declaró en 1994: “Me han invitado a concursar muchas veces, pero yo siempre he
declinado. Por supuesto, siempre me han garantizado el premio”. El casi
infalible pronóstico del ganador que año tras año nos ofrecen la mayoría de las
quinielas literarias, también apunta en esa dirección.
Juan Marsé, 1978 |
El segundo punto de polémica lo
encontramos en la calidad de las novelas premiadas que, prácticamente todos los
años, propicia declaraciones altisonantes de reconocidos miembros del mundillo
literario, y quizás sirva como ejemplo el Premio Planeta concedido en 2005 a María de la Pau Janer
por su “Pasiones romanas”. El gran escritor y miembro del jurado de ese año
Juan Marsé (que recibió su correspondiente premio Planeta en 1978 por “La
muchacha de las bragas de oro”), renunció a su puesto en dicho jurado debido al
“bajo y en algunos momentos subterráneo” nivel de los finalistas de ese año. En
el mismo sentido señalaremos que, a pesar de los célebres nombres de alguno de
los ganadores, ninguna novela premiada
se encuentra entre las más significativas de su carrera…
Fernando Savater, finalista 1993 |
Numerosos son los testimonios de
personas que conocían personalmente al creador del premio (que por cierto
declaraba que no se consideraba un gran lector), que admiraban la tremenda
habilidad que poseía para generar expectación y prosperar en todos los proyectos
y negocios que emprendía. Así, se cuenta que varios años dejaba entrever a modo
de descuido en algunas charlas con periodistas el nombre del ganador de ese
año: un nombre de primer nivel. Con ello, conseguía que tanto el nombre de ese
autor como el del Premio Planeta conviviesen durante meses en los medios de
comunicación… En el momento de la entrega de los premios, la entrega del premio
al finalista (y no a la mejor novela) a dicho autor generaba estupefacción, y
ese año estaban garantizadas unas ventas enormes tanto del inesperado primer
premio como del finalista.
Es un galardón que, dicen, está
hecho para agradar a los lectores no habituales sin desagradar a los
habituales. En todo caso, bienvenido sea si sigue consiguiendo que cientos de miles
de personas esperen cada año un regalo de Navidad en forma de libro.