“La soledad de los números primos”, de Paolo Giordano.
Me decidí a leer este libro por una razón tan simple como
es el atractivo de su título, y sin tener más referencia que la explicación de
la contraportada. En ella se nos explica la metáfora utilizada por el jovencísimo
escritor, Giordano, para describir la soledad de los protagonistas.
Se trata de Alice y Mattia, dos “números primos gemelos”,
parejas de números como el 11 y 13, el 17 y 19… que, aunque siempre próximos,
no llegan a estar juntos nunca… Mattia y Alice son dos adolescentes, compañeros
de instituto, atormentados ambos por unos hechos que sucedieron unos años atrás
(sin relación entre ellos).
El remordimiento que atenaza a Mattia lo convierte en una
persona solitaria, huraña, sin capacidad para relacionarse con los demás. Alice
lleva su desgracia de una manera diferente, de un modo menos evidente a los
ojos de los demás, aportando incluso cierta dosis de alegría.
La casualidad hace que se entable entre ellos una relación
desde la adolescencia hasta la edad adulta; una relación puesta a prueba
continuamente por las barreras que cada uno de los personajes construye a su alrededor.
Es un libro con una lectura fácil y rápida, con capítulos
cortos, y que nos va envolviendo en espinosos temas, como autodestrucción, marginación,
y sobre todo la SOLEDAD que nos anuncia el título.
No es una obra maestra, pero sí es un libro que me apasionó,
aunque tengo la impresión que es uno de esos libros que no deja indiferente a
nadie y genera opiniones encontradas: por un lado encontramos a gente como
yo, defensores de una lectura que nos convirtió en lectores de futuras obras de
Giordano, y por otro lado gente decepcionada por su lectura. Estos últimos quizás
se habían creado grandes expectativas creadas tanto por las críticas recibidas
(excelentes) como por emocionados lectores.
Pero bueno, si no lo lees no sabrás a qué grupo perteneces…