lunes, 2 de diciembre de 2024

"Primero estaba el mar", de Tomás González

J. y Elena hacen un viaje con la intención de estabilizar un poco su vida. La reciente, a la que  pretenden poner punto y final, los tenía en la gran ciudad entre trampa y trampa. La nueva, la que ellos deciden que sea su destino, es radicalmente opuesta.


Se trata de adquirir una propiedad en una pequeña isla de difícil acceso y obstinado clima y vivir de lo que allí se produce. A pesar de que los inicios parecen complicados, ellos confían en que todo vaya a mejor. Para los habitantes de la isla la llegada de la pareja supone también una oportunidad laboral aunque el choque de costumbres no siempre es agradable.


Elegí la lectura de "Primero estaba el mar" por un motivo muy sencillo: la portada elegida por Sexto Piso es preciosa. Preciosa. Y caí en la tentación. Bueno, y siendo gallego, ¿cómo no va a influirme el mar? Pues sí, cualquiera de las masas de agua saladas del mundo ejerce atracción sobre mí Por el camino conocí a uno de los autores colombianos contemporáneos que atesora un reciente y merecido prestigio. Y una lectura potente y con personalidad, que no se plantea agradar al lector sino ponerlo en un punto de vista un tanto incómodo.


"Primero estaba el mar" es la primera novela del poeta Tomás González, y en ella invirtió unos tres años de escritura, y aunque los primeros años su publicación resultó irrelevante, una década después comenzó a coger un vuelo que sigue presente. 

La historia la tenía ya hecha de antemano, ya que se basó en un suceso en el que estuvo involucrado, al parecer, uno de sus hermanos. Ese tono de realismo adicional viene muy bien a una lectura sorprendente y gracias a la que no me arrepiento de haberme dejado engatusar por esa ilustración de la portada que en Sexto Piso eligieron con tan buen gusto.