viernes, 21 de septiembre de 2018

"La señora Fletcher", de Tom Perrotta


Eve Fletcher trabaja desde hace años como directora de un centro de atención a la tercera edad en un pequeño pueblo de Nueva Jersey. Es una mujer responsable y eficiente, comprometida con su trabajo y que hace ya algún tiempo alcanzó la cuarentena. Tiene, además, una relativamente buena relación con su ex marido y padre de su único hijo, Brendan.

El día en el que inicia la trama de “La señora Fletcher”  (que no tiene nada que ver con la entrañable señora que resolvía misteriosos crímenes en "Se ha escrito un crimen") la acompañamos a cargar su monovolumen para ayudar a su hijo a instalarse en la residencia de la universidad a la que ha logrado acceder, en su primer día. Brendan es un joven despreocupado y con muchas ganas de pasarlo bien, decidido a que su etapa universitaria haga honor a la diversión en los que el alcohol y las drogas no faltarán, y a la sucesión de escarceos amorosos sin mucho futuro que observa en las películas y que le cuentan los chicos de mayor edad. 



Además, Brendan es lo que estamos acostumbrados a que sea definido como “popular”, un chico que es la estrella en su equipo de … (aquí debería de escribir el nombre del deporte, pero me he dado cuenta de que no lo recuerdo y, además, en ningún momento de la narración supe mínimamente en qué consistía tal deporte) y que instantáneamente hace migas con su compañero de habitación, con lo cual todo parece salir según lo planeado.

La situación es tan repentina, que los nuevos amigos se van a cenar y Brendan se olvida inmediatamente de Eve. Eve es consciente de que a partir de ese momento su vida cambia, y que será algo definitivo. Ha de empezar a convivir con la soledad y con la inactividad, algo que se le hará muy complicado. Para paliar los efectos de la salida del nido de un hijo que, al parecer, no tiene mucha intención de comunicarse con ella, se matricula en un curso de diversidad de género en su propia localidad. En ese curso conoce a un grupo de personas (peculiar) con el que inicia una relación que la sacará de la monotonía.

Tom Perrota es un reconocido guionista, nominado al Oscar de la Academia del Cine en una ocasión y responsable de títulos como “Election” o la serie “Leftlovers” que también tiene un largo historial de publicación de novelas. La prosa alegre y desenfadada, los toques de humor, y el tono un tanto crítico respecto a la sociedad en la que vivimos hacen de “La señora Fletcher” una lectura muy satisfactoria y original, con un estilo ocurrente y fresco que nos robará alguna que otra sonrisa.

“La señora Fletcher”, al parecer, se convertirá en una serie de HBO (que, al igual que la editorial que nos presenta esta novela, garantiza calidad aunque Katrhryn Hahn, la actriz elegida, no encaja en la imagen que me hice de la protagonista) así que, tal vez, sea conveniente leer el libro antes de que la historia sea ya una historia manida y el acrónimo MILF (de gran importancia en la narración) sea mucho más conocido de lo que es ahora.