
Homer Macauley es tan solo un
niño asomando a la adolescencia. Sin embargo, tras la muerte de su padre y el
hecho de que su hermano Marcus sea reclutado para formar parte del ejército
estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, se tendrá que convertir en la
persona que consiga un sueldo con el que mantener a su familia. Nosotros
acudiremos con él a su primer día como mensajero en una de las oficinas
telegráficas de su pueblo: Ithaca.
Empapados en su entusiasmo, optimismo y
vitalidad acudiremos a entregas, lecturas y recepciones de telegramas y a través
de ellas seremos testigos de cómo Homer se convierte a marchas forzadas en un
adulto y cómo su alma ha de adaptarse a las piedras que le tiene preparadas la
vida.