Como cada año, el 23 de Abril se
celebra en gran cantidad de países el Día Internacional del Libro. La UNESCO
declaró formalmente este especial día en 1995 para fomentar la sana afición de
la lectura en el mayor número posible de personas. La razón más extendida de la
elección de esta fecha se refiere a que es la fecha compartida del
fallecimiento de dos de los más grandes escritores de todos los tiempos:
William Shakespeare y Miguel de Cervantes.
En 2016 se cumplen concretamente
cuatrocientos años de la fecha oficial del fallecimiento de ambos autores. Es
una fecha muy especial que está recibiendo reconocimientos a lo largo y ancho
del planeta, y que se convierte en un aliciente para rememorar sus obras. Sin
embargo, la idoneidad de la coincidencia de la muerte de los dos ilustres
escritores no se ajusta realmente a lo sucedido.
Se da el hecho de que el autor
español, tras sus padecimientos debidos a una diabetes complicada de sufrir (ya
que no sería diagnosticada hasta cientos de años después) murió el día 22 de
abril de 1616. Al día siguiente (nuestra fecha) se celebró el sepelio en el
Convento de las Trinitarias Descalzas de San Ildefonso.
Por su parte, William Shakespeare
falleció el 23 de abril de 1616. Sin embargo, en esa época se regía el tiempo
por dos tipos de calendarios diferentes: el usado en Inglaterra en esa época y
hasta más de un siglo después era el calendario Juliano. Dicho calendario
procedía de la época de Julio César, y vino a ser modificado por el papa
Gregorio XIII a raíz de un estudio de la Universidad de Salamanca en 1582. El
nuevo (y actual) calendario Gregoriano fue adoptado en Gran Bretaña en 1752.
Por lo tanto, la fecha “juliana” se corresponde realmente con el día 3 de mayo
de 1616 “gregoriana”.
El autor Víctor Hugo fue el primero
en señalar (erróneamente) que ambos autores fallecieron el mismo día, creencia
que todavía perdura, y que convierten al Día del Libro en una fecha muy
evocadora.
Por otro lado, el mismo día 23 de
Abril se conmemora el día de San Jorge. Con esta celebración a lo largo y ancho
del mundo se celebran muchas festividades diferentes. Es un día muy importante
en países como Inglaterra, del que es el patrón. También es un día importante
en Aragón, que celebra la liberación por parte de Pedro I de la ciudad de
Huesca de manos de la Taifa de Zaragoza.
Para ello, según cuenta la
leyenda, descendió San Jorge en caballo portando su cruz granate (cruz que se
incorporó a la bandera) y dio fuerzas a los milicianos para encarar una batalla
que tenían perdida. En la plaza de Aragón de Zaragoza se compone una bandera
con flores con motivo de la festividad.
En el caso de Aragón nos
encontramos ya con la curiosa relación que existe entre San Jorge y las flores.
Como pasa en todas las leyendas el origen es difuso, y una de las probables y
románticas leyendas que pueden ser el inicio de esa relación nos traslada a la
región de Capadocia. En sus tierras se cuenta que San Jorge se enfrentó a un
dragón que exigía la ofrenda de la princesa de Silene. El joven venció y
entregó una rosa a la doncella rescatada.
Una vez conocidos algunos de los curiosos datos que acompañan al día 23 de Abril y las celebraciones señaladas por esta fecha, solo queda desearos un Feliz Día del Libro y un feliz San Jorge a los que lo celebráis, y también que cada uno de los días del año sean vuestro particular Día del Libro.
