“Lo bello y lo triste”, de
Yasunari Kawabata.
Oki Toshio es un famoso escritor
que se encuentra ya en la cincuentena y decide viajar a Kioto en soledad para
escuchar las campanadas de nochevieja en
un templo de la ciudad. Su anhelo no es otro que encontrarse con Otoko, su
amante veinte años atrás cuando ella era tan solo una adolescente y él era un
hombre ya casado. La relación que ambos compartieron y que produjo de fruto un
embarazo con triste final, fue plasmada por Oki en su primer libro y el de
mayor éxito, “Una chica de dieciséis”, con lo cual la relación amorosa continúa
sin ser eliminada en la vida de ninguno de los dos.
En la actualidad, Oki es una
renombrada pintora, que vive con su discípula Keiko, una hermosa joven
veinteañera ciertamente impulsiva y con una personalidad compleja que da inicio
al complicado triángulo amoroso que nutre las páginas del libro.
En este libro encontramos
descripciones apasionadas de los más bellos paisajes y momentos contados con
exquisitez, con la maestría del primer premio Nóbel de Literatura que nació en
el país del sol naciente; nos sorprende con una pequeña dosis de erotismo en
las páginas y también encontraremos personalidades complejas que son
diseccionadas por el autor a través de unos hechos que llegan a resultar un
tanto desconcertantes, y que al final del relato a mí me dejó una sensación no
esperada ni deseada de desasosiego.
Es un libro que, en definitiva,
tiene un argumento clásico de trágico triángulo amoroso, contada con los
recursos de un grande que no tiene ninguna intención de que sea una lectura ni
confortable ni complaciente con el lector, en el que está presente el
inolvidable amor, la pérdida del mismo, la autodestrucción, la locura, la
venganza, la belleza y la tristeza. He de decir también que, en mi opinión, es un libro que agradará a un porcentaje no muy alto de lectores...
Mentor de Yukio Mishima, realmente no encuentro grandes paralelismos
entre la forma de escribir de los dos escritores más allá de lo chocantes que
resulten para nuestra cultura las costumbres niponas, al menos hasta adentrarme
en otras obras de Kawabata.
Termino con unas líneas del libro:
"El tiempo pasó. Pero el tiempo se divide en muchas corrientes. Como en un río, hay una corriente central rápida en algunos sectores y lenta, hasta inmóvil, en otros. El tiempo cósmico es igual para todos, pero el tiempo humano difiere con cada persona. El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos; pero todo ser humano flota de distintas maneras en el tiempo."
Termino con unas líneas del libro:
"El tiempo pasó. Pero el tiempo se divide en muchas corrientes. Como en un río, hay una corriente central rápida en algunos sectores y lenta, hasta inmóvil, en otros. El tiempo cósmico es igual para todos, pero el tiempo humano difiere con cada persona. El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos; pero todo ser humano flota de distintas maneras en el tiempo."