En la sociedad británica de los
años 30 del siglo pasado había sitio para muchas clases sociales, en los que la
familia de origen marcaba el ámbito en el que se iba a desarrollar la vida de
una persona. En el libro que nos ocupa hoy, hablaremos de la peculiar familia Radlett. Se
mueven a caballo (y en cacerías a caballo) entre la alta sociedad en el campo en el que se encuentra su vivienda de
Alconleigh y alguna temporada en la ciudad londinense.
La voz que nos presenta a esta
familia es la de la niña Fanny, y ella será la que nos muestre las piezas del puzzle que la
forman: el peculiar, malhumorado y muy excéntrico (y peligroso) tío Mathew, su esposa Sadie y sus
siete hijos, que conviven con Fanny. Fanny vive con esta familia ya
que su propia madre tiene una vida un tanto despreocupada y que se consideraba escandalosa en su época y prefiere que
la niña tenga la estabilidad de vivir en una sola vivienda con una enseñanza en teoría más tradicional.