
El día a día de Conor es el de un
niño volcado en ayudar a su madre para hacerle la vida un poco más sencilla, y
que el complicado tratamiento sea más llevadero. Tal vez a sus 13 años sea una
carga demasiado pesada para llevar en silencio. Todas estas incidencias
provocan en Conor que sus sueños se vean invadidos por una pesadilla
reiterativa que lo despierta cada noche. Sin embargo, el día en el que empieza
nuestra historia recibe a las 00:07 horas la visita de alguien inesperado: un
atemporal y desconcertante monstruo.
Con la visita de su particular y novedoso monstruo (siempre a la misma hora) Conor habrá de lidiar a duras penas con su realidad y escuchar las historias que tiene que contarle. Concretamente, el monstruo con forma de tejo centenario le narrará tres historias con las que Conor no logrará sentirse identificado del todo, y reclamará insistentemente que, tras esas historias, el niño sea capaz por fin de contar su propia historia: su verdad.
Es difícil redactar una reseña
sobre este libro en la que no se encuentren las palabras conmovedor, emotivo,
sobrecogedor, duro y triste. Es una lectura breve en la que las páginas parecen ir pidiendo ser reemplazadas rápidamente por la siguiente, y en la que, además de
la atmósfera de cuento en la que respiraremos, podremos observar un claro
mensaje que resulta abrumador: las verdades que tanto daño nos hacen en el
interior pierden fuerza al ser expulsadas y contadas. Es una afirmación muy
sencilla de plasmar en un papel, pero probablemente sea la verdad más
complicada de llevar a cabo.
Siobah Down era una escritora que
falleció precisamente por la enfermedad que azota a la madre de Conor. Tras
cuatro libros publicados y con la mente en el quinto, el argumento de “Un
monstruo viene a verme” que ella había imaginado fue tomado por Patrick Ness
tras el fallecimiento de la autora. Con ese argumento el autor británico nos
regala una bella historia en la que sufriremos como nunca, y que nos muestra
que algunos de los momentos más duros de una vida pueden ser al mismo tiempo
los más bellos y los que hacen que afrontes la vida de otra manera.
Este libro se ha convertido en un arroyo en el que la mayoría de los lectores que se van asomando a su cauce (sean infantiles o adultos) se convierten en recomendadores de esta lectura. Yo me incluyo en esa corriente, ya que me he encontrado una lectura sencilla, emotiva y gratificante. Además, estos días se estrena la versión cinematográfica de una historia que, desde sus primeras páginas, se observa como muy visual y probablemente muy "adaptable" a la gran pantalla. Tras haber leído el libro, estoy deseando ver cómo un monstruo (tan particular en el mundo de Conor y al mismo tiempo con tantas formas como cada uno de nosotros pueda darle) tan peculiar toma forma en la pantalla.