Alfred Bernhard Nobel fue un polifacético personaje nacido en Estocolmo el 21 de octubre de 1833 y fallecido en San Remo el 10 de diciembre de 1896 (esta fecha se convertiría en relevante). Alfred se crió en una familia formada por ingenieros, y desde su infancia hasta 1863 residió en San Petersburgo, ciudad en la que su padre gestionó una fábrica de armamento hasta su quiebra.
El joven Alfred centró su carrera en dicha rama del armamento, y sus investigaciones le llevaron a desarrollar diversos inventos, siendo en más relevante (y al va irremediablemente unido su nombre desde entonces) el de la dinamita. Gracias a la comercialización de dichos productos sobre todo para la industria armamentística, construcción, ingeniería y minería, amasó una enorme fortuna.
Dotado de una buena visión para los negocios, invirtió en pozos petrolíferos en el Cáucaso, generando con ello un aumento de sus bienes. Sin embargo, el haber contribuido al avance de la industria de la guerra, y con ello al aumento de víctimas en los conflictos bélicos, le generó una sensación de culpa de la que no se desprendería. Por ello, decidió especificar en su testamento lo siguiente:
“La totalidad de lo que queda de mi fortuna quedará dispuesta del modo siguiente: el capital, invertido en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyos intereses serán distribuidos cada año en forma de premios entre aquéllos que durante el año precedente hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad. Dichos intereses se dividirán en cinco partes iguales.”
Las cinco partes de las que hablaba Nobel en su testamento, y que constituirían la base de los Premios Nobel, serían Física, Química, Fisiología y Medicina, Paz (persona que haya trabajado por la fraternidad entre naciones, abolición o reducción de los ejércitos y promoción de procesos de paz), así como un quinto premio en el campo de la Literatura.
Con ello, tras su muerte se creó la Fundación Nobel (1900) y al año siguiente se comenzaría con la entrega de los premios otorgados en los cinco campos mencionados por el inventor en su testamento. En 1968, y gracias a una importante donación del Banco Central Sueco, se decidió implementar una sexta categoría en los premios otorgados, la dedicada a las Ciencias Económicas.
Las candidaturas al Premio Nobel son propuestas por instituciones cualificadas, como la Academia Sueca y otras academias a lo largo de todo el mundo. También catedráticos de universidades tienen la facultad de proponer a un candidato, proposición que deberán entregar a la Comisión Nobel antes del 1 de febrero. En los últimos años, aproximadamente a primeros de octubre aparecen diferentes quinielas sobre los favoritos a uno u otro premio (por ejemplo, Haruki Murakami aparece recurrentemente como uno de los candidatos al Premio Nobel de Literatura); sin embargo, existe la prohibición expresa de dar a conocer datos sobre las candidaturas acontecidas en los últimos cincuenta años. Tras hacer una criba, la candidatura queda reducida (suelen quedar cinco candidatos) y de esa lista saldrá el premio final, con el requisito de haber recibido al menos la mitad de los votos.
En cuanto a la entrega de los premios, se realiza en una solemne ceremonia cada 10 de diciembre (en recuerdo del día en el que falleció Nobel). El galardonado recibe un diploma realizado a mano por los mejores maestros calígrafos sobre un pergamino, y una medalla de oro con la efigie de Alfred Nobel. Además, se le otorga un montante económico asociado al premio de diferente cuantía, dependiendo de los ingresos de la Fundación Nobel. En 2013 supuso una cantidad de unos 900.000 Euros.
A la ceremonia, además de los galardonados, son invitadas unas 2000 personas (de los cuales 300 son estudiantes que han de vestir un típico gorro marinero), con un estricto código de vestuario: a la ceremonia de entrega los hombres han de llevar traje de negocios y las mujeres vestido corto; a la Cena de Gala ha de vestirse Frac y Traje Largo. La ceremonia de entrega dura una hora y media y la cena, incluyendo el típico baile, se alarga hasta las cinco horas de duración.
Si miramos con más atención a la categoría que nos ocupa y preocupa, la del Premio Nobel de Literatura, hay que decir que otorga un prestigio difícilmente superado por cualquier otro galardón con el que pueda ser obsequiado un autor. A pesar de ello, no siempre van acompañados de unas ventas espectaculares, y se pueden encontrar autores que con una práctica unanimidad fueron considerados merecedores de un premio que nunca recibieron. Entre ellos podemos encontrar nombres como Borges, Cortázar, Kafka, Joyce, Tolstoi, Lorca o Zola.
También hay casos en los que no se entregaron los premios de Literatura. Concretamente, en 1935 fue declarado desierto debido a la escasa calidad de los nominados. Más tarde, en 1958, Boris Leonídovich Pasternak decidió rechazar el premio, obligado por las autoridades de su país dado que se había convertido en objetivo del régimen soviético desde la publicación clandestina de su “Doctor Zhivago”, que causó una agria polémica. El otro premiado que rechazó el galardón fue el filósofo francés Jean-Paul Sartre, que lo hizo en 1964 alegando en una carta dirigida a la Academia Sueca que tenía por norma no aceptar ningún tipo de premio. Para compensar el número de premiados, cabe destacar que en las ediciones de 1904, 1917, 1966 y 1974 el premio fue compartido (el montante económico también) por dos escritores.
Dado que lo que se premia en esta categoría es la obra completa de un autor vivo, suelen ser premiados autores y autoras que poseen una amplia carrera literaria, y una madurez importante. El premiado más joven hasta el momento fue el autor Rudyard Kipling, que recibió el premio en 1907 a la edad de 42 años. Doris Lessing declaró que recibir el Premio Nobel (2007) se había convertido en una “catástrofe”, ya que le privó del tiempo necesario para dedicar a la escritura. Lessing se convirtió en la persona receptora del Premio Nobel de Literatura a una edad más tardía, ya que lo recibió con 88 años.
En los próximos días veremos posibles nominados con mayores o menores posibilidades (a decir verdad, las quinielas publicadas no suelen acertar con el premiado). Si queremos apostar sobre seguro, hemos de saber que el idioma que ha recibido más premios es el inglés, seguido de lejos por el francés, alemán y español. En cuanto a los países con un mayor número de galardones, la nacionalidad cuyos autores compartieron un mayor número de Premios Nobel de Literatura es la francesa.
Una vez conocido el candidato premiado, le quedarán unas semanas para escribir uno de los discursos probablemente más importantes de su vida, el que leerá el próximo 10 de diciembre.