John Ferguson es enviado a una remota y prácticamente deshabitada isla en medio del océano. La razón es que ha de desahuciar al único habitante que queda en ella, y que lleva años en soledad: Ivar. John es un presbítero (en principio un alto cargo eclesiástico) que en la Escocia del siglo XIX decidió tomar el camino de la ruptura y se unió a la Iglesia Libre de Escocia en un proceso que se llamó la Ruptura.
Al encontrarse en sus primeros pasos, el movimiento al que se acoge John no tiene prácticamente infraestructura (pensaban usar cualquier espacio disponible como templo o parroquia) y mucho menos presupuesto para mantener a sus responsables.