domingo, 14 de mayo de 2017

"La historia del amor", de Nicole Krauss

Leopold Gursky es un joven polaco de un pequeño pueblo que, viendo la inminente invasión de su localidad por parte de las fuerzas alemanas, decide esconderse en el bosque. Gracias a ello logra sobrevivir, aunque al finalizar el tiempo de aislamiento lo que encuentra es desolador: su familia ha desaparecido, y probablemente fallecido. Su novia, el amor de su vida, ha tenido que emigrar a los Estados Unidos.

Así que Leo también emigra hacia ese país, siguiendo la pista de su amada. Sin embargo, la vida esperada en Nueva York no llegará a cumplirse. Su vida transcurrirá como cerrajero (la profesión que le enseñó su primo, única persona que conocía al llegar a su nuevo hogar) hasta que alcanza la senectud. En ella su mayor preocupación será que, cuando alguien encuentre su cadáver, pueda realizar las gestiones para que sea enterrado en la parcela del cementerio que ha adquirido.

En la misma ciudad, aunque en un mundo muy diferente, vive nuestra segunda protagonista: Alma Singer, adolescente quinceañera huérfana de padre que intenta sobrevivir a la difícil época en la que se encuentra y que intenta proporcionar un aliciente en la hundida vida de su melancólica madre.

La capacidad de Charlotte (su madre) como traductora se ve reflejada en un repentino encargo por parte de un desconocido: que traduzca el manuscrito que ha encontrado de “La historia del amor”, un antiguo libro publicado decenas atrás que tuvo un limitado éxito en la ciudad sudamericana de Buenos Aires en la que fue publicada.

El hecho de ser un libro que compró y le regaló su fallecido marido enciende una luz en la vida de la madre de Alma. De hecho, es un libro tan importante para la familia que el nombre de la niña le fue asignado por ser el de la protagonista de “La historia del amor”.

Alma decide conocer un poco más del autor, de la historia, y de la protagonista (¿real tal vez?) que se encuentran tras las páginas de un libro tan olvidado que tan solo permanecía en las mentes de un puñado de personas. También tiene la ilusión de que el misterioso hombre que encargó el trabajo de traducción del libro sea la persona que cambie la vida de su madre.

Página a página iremos descubriendo un poco más del pasado de nuestros protagonistas y de las personas que los acompañan día a día: en el caso de Leo casi podríamos limitarnos al poco contacto que mantiene con su vecino Bruno (antiguo amigo que encontró en Nueva York años después de establecerse), con el que tiene un curioso código para hacerse saber el uno al otro que siguen vivos. En  el caso de Alma, su peculiar hermano (que se hace llamar “Bird”) y su amigo Misha.

La prestigiosa autora Nicole Krauss consiguió con ésta, su segunda novela, superar las expectativas que había creado con su primera entrega. Escrita con una estructura un tanto personal y fuera de lo común, entrelaza las vidas de sus  personajes dándoles voz a cada uno, con unas descripciones muy certeras y dotando de una sensibilidad en puntos clave que no puede acabar más que en un torrente de emociones. Esas emociones que nacen del choque entre un hombre que está dispuesto ya a abandonar la vida y una adolescente con ganas de conocer todo lo que la vida puede ofrecerle a ella.

Además en este libro encontramos un pequeño homenaje a precisamente eso, el libro, y el poder que tiene cada uno de ellos para cambiar la vida de las personas. Es una obra a disfrutar, aunque también requiere que el lector le otorgue su complicidad, ya que la estructura en ocasiones se vuelve un tanto compleja. Una autora a seguir.