martes, 19 de enero de 2016

Libros en serie

De sobras es conocida la relación que existe entre la literatura y el séptimo arte: el cine. Como hemos visto en numerosas ocasiones, grandes películas obtuvieron su guión comprando los derechos de un libro que había sido publicado. Para un autor vivo el hecho de que su libro sea llevado a la gran pantalla supone una oportunidad de colocar sus obras entre las más vendidas.

También hay que indicar que en algunos casos (en una descorazonadora mayoría de casos) el resultado de la colaboración entre Literatura y Cine no deja satisfechos ni a lectores ni a espectadores, con lo que la obra queda devaluada. Por último mencionar esos libros que no superaron un discreto éxito, o incluso un éxito inexistente, y cuya adaptación fue un éxito y con ello el libro tuvo una segunda vida mucho más productiva. (consulta la entrada sobre "Libros de película")


Estas líneas las dedicamos sin embargo a otro tipo de adaptaciones, que en los últimos tiempos está tomando una importancia que parece no dejar de aumentar. Nos referimos a esas series de televisión que en su origen se basaron en libros. 

Para empezar con nuestro paseo visitando esas series hemos de referirnos sin duda a las que en los últimos años ocupan los primeros puestos en las audiencias de sus cadenas, y que en cierto modo se han convertido en iconos, arrastrando cada una de ellas una legión de seguidores incondicionales dispuestos a devorar con ansia capítulos y el merchandising correspondiente. Por poner un ejemplo, contemplaremos el éxito que ha obtenido la adaptación de la serie de libros de George R. R. Martin “Canción de hielo y fuego” que inició hace ya 20 años con la publicación de la primera entrega, “Juego de tronos”.

Aunque ya gozaba la saga de un importante éxito, desde la primera temporada la serie supuso un impacto en los televidentes, que son capaces de seguir las tramas y la multitud de personajes que aparecen en ellas con meticulosidad y fervor. Como curiosidad hay que decir que, según las últimas noticias sobre la serie, la sexta temporada de “Juego de tronos” estará basada en un libro que todavía no ha sido terminado, dando lugar a un problema para los seguidores, que no saben si esperar a la publicación del libro antes de ver la serie.

Del mismo modo y prácticamente compartiendo época en la televisión nos encontramos con la serie de comics “Los muertos vivientes”, escrita por Robert Kirkman y dibujada con una particular estética primero por Tony Moore y más tarde por Charlie Adlard, fue iniciada en 2003 y gracias a su tirada mensual acumula más de una centena de ejemplares.

La adaptación a la pequeña pantalla fue un gran éxito desde el primer capítulo, y desde entonces se suceden temporada tras temporada las aventuras de un grupo de personas que intenta sobrevivir a una apocalipsis zombie (aunque no se les llame zombies) perfectamente retratada en “The walking dead”.


Por continuar con series que han tenido éxito en los últimos años, podemos recordar esa serie en la que el autor Jeffrey P. Freundlich, y que suele usar el pseudónimo de Jeff Lindsay, tuvo vital importancia. Probablemente no pase a la historia como un gran autor; de hecho, el estar casado con la escritora Hilary Hemingway (sobrina del genial Ernest Hemingway) probablemente hubiese sido una de las primeras líneas de su biografía de no haber existido esa serie.

Como curiosidad hay que decir que el primer libro de la saga en la que el protagonista es el asesino Dexter P. Morgan y que sirvió como base para la primera temporada de la afamada y prestigiosa serie “Dexter” fue nominado para un premio a la mejor novela primeriza, nominación que le fue retirada por haber publicado con anterioridad con otro pseudónimo.

Otra serie que en los últimos años tiene éxito y que está basada en asesinatos, pero en este caso desde el punto de vista de los investigadores que ponen todos sus conocimientos en descubrir cada pista que va cercando al asesino, se debe a la obra de la antropóloga forense Kathleen Joan Reichs. Reichs usó sus conocimientos en los diversos trabajos de investigación que realizó en su carrera para crear una serie de libros de misterio en la que la protagonista era una especie de Alter Ego de la propia Reichs.

Temperance “Tempe” Brennan es una antropóloga forense que investiga asesinatos y que fue tomada para crear una serie en la que el apodo fue sustituido por “Bones”, título que resultó el definitivo.

Como vemos tenemos ejemplos más que suficientes en los últimos años, de diversas temáticas. Algunas de ellas son recordadas como series de calidad, y otras como un mero entretenimiento. Entre las que destacan por su buen oficio encontramos la magnífica forma de plasmar la Segunda Guerra Mundial desarrollada por el historiador estadounidense Stephen Edward Ambrose y que nos lleva por la singladura de la Compañía Easy del 506º Regimiento de Paracaidistas, pertenecientes a la 101ª División Aerotransportada estadounidense.

El trabajo de documentación realizado por Ambrose fue metódico, y cada uno de los personajes está basado en un personaje real de la Easy. Además, el autor prestó su colaboración en la elaboración de la serie, producida por Steven Spielberg con la colaboración de Tom Hanks, y que recibió el título del libro, “Hermanos de sangre”.

Los títulos que hemos visto hasta el momento tienen una alta dosis de violencia, aunque como es evidente tenemos ejemplos de series que no se basan en ella. Una de las series más icónicas de los últimos tiempos tiene también base escrita. Se trata de las aventuras de cuatro amigas (Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha) estadounidenses de clase media en la que se abordan diversos aspectos de las relaciones sexuales y cuyas protagonistas fueron vistas como modelos para muchas mujeres, que se sintieron identificadas de alguna manera con alguna de las protagonistas. 

La protagonista principal del libro es Carrie Bradshaw, una treintañera que escribe semanalmente una columna en el ficticio diario “The New York Star”. Dicha columna sirve como título a la novela, “Sex and the City”, que en nuestro país pasó a llamarse “Sexo en Nueva York”, y que también contó con dos adaptaciones cinematográficas.

No quisiera dejar de incluir una serie que a mi modo de ver está infravalorada. Una serie disfrazada de drama juvenil pero en la que la forma de abordar las diferentes temáticas sociales la hace una opción a tener muy en cuenta. Las aventuras de una entrenador de equipo de Fútbol Americano en un pequeño pueblo ficticio de Texas nos ofrece un soplo de aire fresco en la pequeña pantalla. Los personajes que forman el equipo de los Dillon Panthers y lo que lo rodea están basados en el libro de H.G. Bissinger “Friday Night Lights: A town, a team and a dream” y sirvieron tanto para una película que vio la luz en 2004 como la serie a la que nos referimos, que consta de cinco temporadas, y que resultó un éxito más de crítica que de audiencia.

En lo que respecta a nuestro país, también tenemos incursiones literarias en las noches  televisivas actuales. Sin ir más lejos, el éxito en nuestro país que supuso hace unos años “El tiempo entre costuras”, de María Dueñas, fue rápidamente aprovechado para pulverizar las audiencias durante las emisiones de la serie del mismo nombre. Entre los proyectos futuros podemos encontrar el rodaje de “La sonata del silencio”, de la interesante autora Paloma Sánchez-Garnica (autora también de la entrañable “Las tres heridas”) que asomará a nuestras pantallas en los próximos meses. (puedes consultar aquí la reseña de "Las tres heridas", de Paloma Sánchez-Garnica)


Los anteriores son mínimos ejemplos, algunos más acertados que otros, que sirven de muestra para afirmar que, al igual que el cine, la televisión se nutre sin descanso de obras con menor o mayor éxito para desarrollar las apuestas más altas cada temporada. Esperemos que en los próximos años siga esta tendencia, y que aumente la oferta televisiva de calidad cada temporada.