martes, 18 de noviembre de 2014

"Trenes rigurosamente vigilados", de Bohumil Hrabal

Este libro nos presenta un marco prácticamente desconocido: la invadida Praga, sometida a un ejército nazi en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, al que se le acumulan derrotas y contratiempos, y cuya debilidad es aprovechada por muchos para perder ciertas dosis del respeto a los invasores.

En dicha ciudad vive Milos Hrma, un joven e ingenuo aprendiz de ferroviario, que nos desgrana sus inquietudes (las normales de un adolescente) y nos narra una buena cantidad de anécdotas un tanto disparatadas con un tono humorístico capaz de disfrazar las situaciones más complicadas y dramáticas.

Como ya en las primeras páginas contemplaremos, historias cotidianas se mezclan con una guerra que los protagonistas ven pasar en los “trenes rigurosamente vigilados”, que no son otros que los convoyes que transportan miembros del ejército nazi, así como los tanques y diverso material bélico, que se trasladan bien desde o bien hasta el frente.

Además de conocer a Milos y descubrir sus preocupaciones y visión del complicado mundo que le tocó vivir, nos familiarizaremos también con una serie de peculiares personajes que amueblan la historia con buen gusto. Entre ellos podemos encontrar al Jefe de estación, cuyo ansia por ascender en el escalafón lo lleva a vivir situaciones esperpénticas, como la visita de su superior presentando un aspecto deplorable. A su lado conoceremos a su inmediato subordinado, el factor Habička, un empedernido mujeriego cuya actitud y cuyas vivencias no dejarán a nadie indiferente. De la mano de dichos personajes nos vamos adentrando en la trama, que va ganando peso a medida que avanzamos en sus (muy escasas) páginas, dejándonos un agridulce sabor de boca.


Una vez leído este libro, me reafirmo en la idea de la grandeza de la Literatura, en la que podemos encontrar autores y libros que parecen escritos a nuestro gusto prácticamente cada semana. Para mí es un descubrimiento el autor, el austrohúngaro en el momento de nacimiento Bohumil Hrabal, y checo en el momento de su muerte, capaz de innovar y desplegar su inteligencia en tramas muy diversas, salpicadas en muchas páginas con un humor irresistible.

Con una dilatada trayectoria profesional (en el que se incluye la profesión de aprendiz de ferroviario, experiencia de la que sacó numerosas anécdotas de este libro), tuvo una vocación tardía, (ya contaba con medio siglo de vida en sus primeras publicaciones) aunque pudo completar una obra envidiable en muchos aspectos. Además, muchas de sus obras fueron adaptadas para ser llevadas a la gran pantalla, como es el caso de “Trenes rigurosamente vigilados”, cuya versión cinematográfica logró el Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1967.


En resumen, una lectura que me ha resultado tremendamente fresca, dinámica y entrañable, que estoy seguro será la primera obra que visito de las muchas que leeré del autor checo.