sábado, 13 de octubre de 2012

"Luz de agosto", de William Faulkner


Luz de Agosto, de William Faulkner.

Es una novela escrita en EEUU en la década de los 30 del siglo pasado, en la que los hechos nos son narrados a través de tres personajes principales:

  -Lena Grove, una hermosa y joven soltera a punto de dar a luz que emprende un larguísimo viaje a pié en busca del padre del niño. El itinerario de Lena es usado por Faulkner como marco narrativo, mostrándonos el sur de los Estados Unidos, donde racismo, violencia e intolerancia seguían muy vivos.

 -Joe Christmas, a mi parecer el personaje principal de la novela, un hombre criado en un horfanato, y más adelante por una familia adoptiva opresiva, usada por el escritor para criticar hasta mostrar una cara devastadora de la moral puritana y religiosa del Sur. Joe se convierte en un ser atormentado por sus orígenes y que sufre una constante lucha interior, y llega a convertirse en una especie de víctima y a la vez verdugo de la sociedad. Es un personaje de los mejor definidos por Faulkner y probablemente de la literatura del siglo XX.


 -El reverendo Hightower, otro personaje atormentado y obsesionado con sus orígenes, en este caso por su difunto abuelo muerto en la guerra civil americana y que sufre apariciones de soldados de esa guerra.

La obra nos introduce en una sociedad cruel y, como dije antes, intolerante, con un racismo arraigado y un odio por lo diferente, ya sea por llevar sangre negra (Christmas), como por haberse quedado embarazada sin haber contraído matrimonio (Grove), como el propio reverendo, que es aislado por los habitantes de Jefferson.

El escritor no introduce en este mundo con su novela, a mi modo de ver, más accesible al lector, lo que no quiere decir que sea de fácil acceso al lector..
En ella utiliza diversas técnicas narrativas y saltos en el tiempo, y aún así consigue que el lector no desconecte de la narración, sino que se vea como algo vivo, como si estuviese viviendo en ese momento, en ese lugar: hechos, lugares, olores, colores que no parecen contados sino vividos... Un mundo que nos presenta duro, agresivo, pero que sin embargo deja un resquicio a la esperanza con el capítulo final.

Es una de las obras maestras que nos dejó Faulkner, un escritor al que se recordará dentro de siglos, aunque no arrastre  a las masas hacia su literatura, lo que me impide recomendarlo a todo lector, aunque eso sí, los que admiramos este tipo de literatura lo guardaremos como un tesoro..